jueves, 5 de septiembre de 2024

Behaviorismo

O conductismo

Corriente de pensamiento en la psicología que se centra en el análisis de la conducta y comportamiento de los individuos.

El término está tomado de la palabra inglesa “behavior“, que significa conducta.

El Behaviorismo surgió a principios del siglo XX en USA. El padre del Behaviorismo fue el psicólogo americano Watson. Según este psicólogo, la Psicología solo puede ser ciencia del comportamiento debido a que solo la conducta es observable y pude ser objeto de investigación científica rigurosa. En otras palabras, serían objeto estudio psicológico, Psicología Experimental, solo los datos observables del comportamiento tanto verbal como motor de las personas.

Considera suficiente analizar la conducta del individuo, y asume que no es necesario ahondar de forma más exhaustiva o introspectiva en los procesos mentales. Esto, al no tratarse de elementos observables ni medibles.

Se le cuestiona, como mencionamos en el apartado anterior, por no investigar las motivaciones internas de las persona para actuar de cierta manera. Tan solo propone analizar la conducta como respuesta a determinados incentivos.

Nació a principios del siglo XX en Estados Unidos, como respuesta al subjetivismo que caracteriza a la psicología de la época.

Se basa en el análisis objetivo y en la observación de la conducta humana.

Se le reconoce haber cuestionado los problemas que podría traer el análisis sin una base empírica. Es decir, sin un fundamento en los hechos.

Otro punto que la psicología cuestionó a partir del behaviorismo es el abuso de la genética para explicar la conducta humana.

Behaviorismo es un anglicismo que proviene de la palabra «behavior», que significa conducta en inglés.

Al analizar la conducta humana como una relación estímulo-respuesta, se podrían plantear formas de condicionar una acción. Es decir, un gobierno puede, por ejemplo, obligar a colocar a los productos alimenticios dañinos para salud una etiqueta roja, sabiendo que la población lo identificará inmediatamente y preferirá no comprarlo o consumirlo menos.

Origen del behaviorismo

El origen del behaviorismo fue la obra de John B. Watson, particularmente, en su manifiesto «La Psicología tal como la ve el Conductista» (1913).

 Watson propone hacer énfasis en la conducta observable del individuo, más que en su «mundo interior». Sin embargo, vale aclarar que no niega la existencia de ese espacio íntimo donde se generan los procesos mentales.

 En todo caso, lo que hace Watson es tomar los actos de las personas, al ser observables, como insumo para aplicar el método científico en la psicología.

Watson niega importancia a la introspección a no ser ésta observable ni cuantificable.

El Behaviorismo, también llamado Conductismo, estudia la conducta humana en términos de Estímulo-Respuesta.

Las teorías de Watson y sus investigaciones fueron continuadas por otro famoso psicólogo americano, Skinner.

 Así como Watson, otros referentes del conductismo son Iván Pávlov, Burrhus Frederic Skinner, Edward Lee Thorndike y Albert Bandura.

 Behaviorismo y la economía conductual

La economía conductual es una corriente de la economía que toma como referencia ideas del behaviorismo. Esto, porque estudia el comportamiento de los individuos como respuesta, en parte, al entorno social y otras variables externas.

Sin embargo, incluye también factores cognitivos. Es decir, considera que la mente humana funciona de una determinada manera, con determinados sesgos, por ejemplo, valorando más las pérdidas que las ganancias o priorizando el corto frente al largo plazo.

Fuentes

https://psicoterapeutas.eu/definicion-de-behaviorismo/

 

https://economipedia.com/definiciones/behaviorismo.html#:~:text=El%20behaviorismo%20es%20una%20corriente,contrasta%20para%20llegar%20a%20conclusiones.


miércoles, 14 de agosto de 2024

Actualización currículum escolar de 1° básico a 2° medio

 

  • Con el objetivo de retroalimentar y enriquecer la propuesta fueron convocados a participar docentes, equipos directivos, profesionales de la educación, estudiantes, apoderados, especialistas en educación y toda la ciudadanía.
  • La consulta pública contempla la participación de las comunidades educativas a partir del 19 de junio y de toda la ciudadanía desde el 1 de julio en consultacurricular.cl. El proceso se extenderá hasta el 2 de agosto.

El Ministerio de Educación dio a conocer la propuesta de Actualización Curricular para los niveles de 1° básico a 2° medio, proceso que ha estado desarrollando desde el 2022 en base a un diagnóstico que consideró distintas fuentes de información y procesos participativos, y que será sometida a Consulta Pública desde el 19 de junio hasta el 2 de agosto, entre docentes, equipos directivos, profesionales de la educación, estudiantes, apoderados, especialistas en educación y la ciudadanía en general.

La información que se recoja de la Consulta Pública será sistematizada y servirá para retroalimentar y ajustar la propuesta de actualización de Bases Curriculares antes de su ingreso al Consejo Nacional de Educación (CNED), organismo autónomo encargado de aprobar las definiciones curriculares conforme a la Ley General de Educación.  

En la instancia, que tuvo lugar en la Escuela Básica Inglaterra de la comuna de Quinta Normal, la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, junto a la coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación, Viviana Castillo, destacaron las principales innovaciones y cambios que podrían aplicarse desde el 2026. 

La subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos, valoró que “la educación continúe siendo el tema que nos convoca como sociedad a pensar colectivamente el desarrollo de la política educativa de los próximos años, a la luz de las experiencias de las diversas comunidades educativas y la ciudadanía, y de los desafíos sociales y culturales. Hoy tenemos una gran oportunidad para abordar estos aprendizajes y plasmarlos en un currículum que potencie las trayectorias educativas y de vida de niños, niñas y estudiantes, resguardando la equidad, la inclusión y justicia social”.

Por su parte, la coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación, Viviana Castillo, señaló que la propuesta de Actualización Curricular “trae innovaciones importantes que tienen que ver con cómo se incorporan temáticas que son significativas para los desafíos presentes y futuros de nuestra sociedad. Al mismo tiempo, tiene mejoras en las secuencias y progresiones de aprendizaje, y fortalece las trayectorias de aprendizaje en otras asignaturas”. 

En esta línea, la nueva propuesta de Bases Curriculares propone el fortalecimiento transversal de la lectura y la escritura en todas las asignaturas; define un nuevo enfoque para Orientación, poniendo énfasis en el aprendizaje socioemocional; se incorporan aprendizajes vinculados a educación financiera, ciudadanía digital, uso ético del lenguaje y educación ciudadana. Además, de crear la asignatura de Artes escénicas y extender la trayectoria de Inglés desde 1° básico. 

Lo anterior se sustenta en un riguroso levantamiento de evidencia, que incluye estudios de implementación curricular, análisis comparado internacional, estados del arte y diversas iniciativas de participación que han sido fundamentales para recoger las necesidades de distintos actores del sistema educativo, incluyendo a docentes, estudiantes, directivos, familias y expertos. 

La coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación, Viviana Castillo, invitó a las comunidades educativas para que, a partir del 19 de junio “se informen en los establecimientos educacionales de sus regiones porque comienza el proceso de consulta pública, que es un nuevo proceso de participación con la propuesta de base que estamos dando a conocer hoy. Esperamos que las y los docentes, asistentes de la educación, equipos técnicos, pedagógicos y directivos puedan revisar la propuesta, hacernos recomendaciones, y realicen una evaluación para así poder construir la propuesta final que va a ser presentada al Consejo Nacional de Educación a fines de febrero”. 

En tanto, la ciudadanía interesada en participar en la Consulta Pública podrá hacerlo a partir del 1 de julio ingresando a consultacurricular.cl 

La actividad contó también con la presencia de la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino; la seremi metropolitana de Educación, Raquel Solar; el director de la Dirección de Educación Pública, Rodrigo Egaña; la jefa de la División de Educación General del Ministerio de Educación, Margarita Makuc; el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Gino Cortez; la directora del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), Lilia Concha; el superintendente de Educación, Mauricio Farías; el director del Centro de Innovación del Ministerio de Educación, Martín Cáceres; la directora de la Escuela Inglaterra, Jenifer Hernández; representantes del Colegio de Profesoras y Profesoras; y de la Red de Sostenedores de Establecimientos Educacionales.  

Este proceso de actualización se enmarca en la Ley General de Educación (LGE) y busca fortalecer la formación integral de las y los estudiantes, considerando los cambios sociales, culturales y tecnológicos que ha experimentado el país y el mundo en los últimos años. 

https://www.mineduc.cl/mineduc-presenta-propuesta-de-actualizacion-del-curriculum-escolar-de-1-basico-a-2-medio-que-sera-sometida-a-consulta-publica/

https://consultacurricular.cl/

jueves, 29 de febrero de 2024

Talleres de vida saludable para los profesores jubilados

 Actividad organizada por el Departamento de Deportes y Recreación busca “responder a las necesidades de nuestros maestros y maestras jubilados. La idea es que todas las comunas pasen por este programa,” dijo el dirigente nacional, Sergio Gajardo Campos.

Santiago, 17 de mayo 2016.- El Departamento de Deportes y Recreación por medio del dirigente nacional y director, Sergio Gajardo Campos, junto al Centro Kinésico de la Clínica Hospital del Profesor, se encuentran realizando el Taller “Actividad Física y Educación Para Profesores Jubilados.” Esta dinámica está destinada a todos los maestros y maestras retirados que buscan mejorar su calidad de vida por medio de una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable.

El dirigente nacional y director del Departamento de Deportes y Recreación del Colegio de Profesores, Sergio Gajardo Campos, manifestó su satisfacción “porque hemos asumido esta iniciativa como departamento, entendiendo que hay más de 5 mil profesores jubilados que son socios nuestros. Fruto de esto conversé con la clínica, les planteé la iniciativa y logramos coordinar un programa de cuatro sesiones, que van todos los días martes.”

Los grupos se conforman con profesores de hasta 20 personas. El primero inició sus actividades el día martes 3 de mayo con docentes de las comunas de Pudahuel y Lo Prado. Pero esto no queda acá, “luego viene Melipilla y otras comunas. La idea es que una vez al mes pasen por nuestros talleres todos los municipios. Este es un trabajo a largo plazo. Las puertas están abiertas para todas y todos los profesores jubilados y nuestro objetivo es poder responder a las necesidades que tienen nuestros maestros,” manifestó, Sergio Gajardo Campos.

Para el tesorero del Comunal Pudahuel, Jorge Esquivel, esta iniciativa “es muy interesante porque los profesores jubilados requieren de este tipo de actividades para mantener y mejorar su calidad de vida. Nosotros como comunal Pudahuel queremos acompañarlos. También estamos tratando de llevarlos a las Casa del Maestro de la comuna para que puedan continuar con su trabajo.”

Por su parte, la profesora Katia Torres Bórquez, beneficiaria del programa, dijo estar muy contenta con el programa porque “me interesa mucho mejorar mi calidad de vida. Algo me motivó a investigar de cómo llegar a la vejez sin mayores problemas de salud, una de las cosas que descubrí es que la alimentación es el secreto. Yo les puedo decir a los colegas que el tiempo va premiando con una alimentación saludable. Nada mejor que aprovechando estos encuentros para llegar a un cambio de alimentación. Los años van pasando, pero nunca es tarde para sentirse mejor con una buena estrategia de alimentación que es lo fundamental.”

Este programa funciona por a la gestión del dirigente nacional, Sergio Gajardo Campos, el interés de los comunales y su difusión, como es el caso de Pudahuel, el Centro kinésico de la Clínica Hospital del Profesor, el kinesiólogo Carlos Alcalde, la administración general del recinto hospitalario, los profesores beneficiados con el programa y la voluntad de otras personas que han hecho posible esta iniciativa.

“Queremos agradecer la buena disposición por parte de la administrativa de la clínica, éste proyecto no termina en las cuatro sesiones y ya estamos en conversaciones para replicar lo mismo en todo el país,” dijo Sergio Gajardo Campos.

Entre otras actividades de los talleres se pueden mencionar ejercicios cardio-respiratorios, kinésicos, movilidad articular, educación en patologías, capacidad pulmonar.

Cabe destacar que los talleres son gratuitos y están invitados a participar los profesores y profesoras jubiladas, socios del Colegio de Profesores de Chile A.G.

 https://www.colegiodeprofesores.cl/talleres-de-vida-saludable-para-los-profesores-jubilados/


lunes, 5 de febrero de 2024

Lectura en Adultos Mayores

La lectura tiene muchos beneficios, sin importar  la edad, 
Leer desde una boleta a un libro de un tema determinado
Buscar metodologías diversas
En mi caso, colecciono libros, revistas, periódicos de diferentes épocas.
Como profesora, pienso que aunque  las personas se jubilen, deben seguir leyendo.
A continuación encontraran información relevante.

Deberían leer más así pueden vivir una vida feliz y más independiente.

La persona que lee vive mil vidas antes de morir. La que no, solo vive una.

 George R. R. Martin

 Beneficios de la lectura

Funciones cognitivas

Leer favorece la actividad cerebral, es decir, activa las capacidades cognitivas del lector. Es importante tener en cuenta esta ventaja que aporta la lectura ya que con el envejecimiento ciertas capacidades cognitivas se pueden ver afectadas. De esta manera, la lectura es una buena aliada para prevenir el deterioro cognitivo o las demencias, como la enfermedad de Alzheimer, entre otras.

 Memoria

Al leer memorizamos personajes, vocabulario, historias… Por tanto, la lectura mejora la memoria y es una de las principales actividades que se recomiendan para mantener las capacidades cognitivas. Además, genera emociones, que ayudan a asentar mejor los recuerdos.

 Atención y concentración

La lectura supone un ejercicio de atención y concentración hacia el texto, por lo que leer a diario mejora la capacidad de atención que, junto con la memoria, es una de las capacidades más alteradas en las enfermedades neurodegenerativas.

Lenguaje

Leer aumenta el vocabulario, hace el lenguaje más fluido y mejora la expresión oral y escrita.

Empatía

La lectura fomenta nuestra capacidad para ponernos en el lugar del otro, es decir, mejora y aumenta la empatía. En consecuencia, mejora las habilidades sociales.

 Entretenimiento

Por supuesto, leer es uno de los entretenimientos más extendido. Es una manera estupenda de mantener la mente activa y entretenernos sumergiéndonos en diferentes historias.

Imaginación y creatividad

La lectura, además, aporta flexibilidad y fomenta la imaginación y creatividad.  Los libros nos pueden aportar conocimientos de historias lejanas a nuestro día a día que enriquecen nuestra imaginación.

Cultura y aprendizaje

Independientemente del tipo de lectura que se escoja, siempre aporta conocimientos nuevos, por lo que supone una importante fuente de cultura y aprendizaje.

 Orientación temporal

Leer, especialmente periódicos o revistas de actualidad, fomenta la orientación temporal. Este es un aspecto muy importante en la tercera edad, ya que, con frecuencia, en la jubilación es más fácil presentar desorientación temporal. Por lo que un periódico siempre será una buena herramienta en el día a día para evitar la desorientación temporal y tener información actualizada sobre el entorno.

 Además

1. Mejora en su toma de decisiones

 Se dice que el envejecimiento tiene un impacto negativo en la capacidad de toma de decisiones.

Sin embargo, uno de los principales beneficios de la lectura es que desafía al cerebro, lo que puede mejorar el razonamiento analítico y la capacidad de toma de decisiones entre las personas mayores.

 2. Puede reducir el estrés

El estrés y la ansiedad son algunos de los problemas más comunes entre los adultos mayores. La lectura puede ser una forma sencilla para que las personas mayores lidien con el estrés.

 Además, la lectura puede reducir la frecuencia cardíaca y también puede permitir que los músculos se relajen.

 3. Ayuda en la depresión y la soledad

 Dado que muchas personas mayores viven lejos de su familia, también luchan contra los sentimientos de soledad y depresión.

 Uno de los beneficios más importantes de la lectura es que permite al lector descansar y relajarse. También actúa como una distracción para quienes no pueden dejar de pensar en sus problemas.

4. Ayuda en las interacciones sociales

 A los lectores a menudo les gusta compartir sus puntos de vista con otros lectores de ideas sobre sus libros.

Las personas mayores también pueden unirse a un club de lectura donde pueden conocer a diferentes personas y hablar con ellas sobre una amplia gama de temas.

 5. Les ayuda a dormir mejor

 Los adultos mayores a menudo sufren de insomnio y otros trastornos del sueño. Sin embargo, una actividad simple como leer un libro por la noche puede hacer que conciliar el sueño sea una tarea mucho más fácil. Por tanto, otro de los grandes beneficios de la lectura es permitir que las personas mayores se duerman con más facilidad.

6. Mejora su actividad cerebral

 Se sabe que la lectura regular mejora las funciones cerebrales y también puede mejorar la memoria. Estimula la actividad cerebral, mejora la salud cognitiva y permite que las personas mayores se mantengan mentalmente activas y productivas.

 8. Retraso en el inicio de la demencia

 La demencia y la enfermedad de Alzheimer son algunas de las afecciones más comunes entre los ancianos. Si bien, las personas mayores pueden tener dificultades para prevenir la aparición de la enfermedad de Alzheimer o la demencia, la lectura ciertamente puede ayudar.

 

Consejos para adquirir el hábito de la lectura

Por tanto, conociendo los numerosos beneficios de la lectura, vamos a señalar algunos consejos para hacer de ella un hábito.

Seleccionar el formato más cómodo

En primer lugar, conviene seleccionar el formato más cómodo a las características personales. Hoy en día, hay diferentes alternativas, como los libros de papel o los libros electrónicos. Cada uno deberá valorar las comodidades que ofrece cada formato, atendiendo, por ejemplo, al tamaño de la letra o el tipo de pantalla.

 Elegir el momento y el espacio

Asimismo, conviene elegir el momento del día y el espacio más adecuados para la lectura. El momento puede variar de una persona a otra en función del estilo de vida. El espacio deberá ser cómodo y con una luz adecuada.

 Elegir el tipo de lectura

Existe una gran variedad de géneros literarios, así como temáticas diferentes. Por tanto, no debería ser difícil encontrar el tipo de lectura que más motivación despierte.

 

Compartir

Por último, compartir lo que leemos con amigos y familiares supone otra forma muy gratificante de disfrutar esta actividad.

Teniendo en cuenta los beneficios de leer y estos consejos, desde Cuidado Mayor os animamos a hacer de la lectura un hábito para mantener la mente activa.

 

Links:

 

https://www.sta-rita.com/lectura-en-personas-mayores-que-ventajas-tiene/

https://www.cuidadomayor.com/blog/lectura-tercer-edad/

 


Ley de Pareto aplicada a los idiomas

 

Orígenes y principio básico de la ley de Pareto

Italia, principios del siglo XX. Vilfredo Pareto observó que el 20 % de la población poseía el 80 % de la tierra en Italia.

El economista italiano se dio cuenta entonces de que este principio podía aplicarse también a otros ámbitos.

Así nació la famosa regla 80/20 o ley de Pareto.

Este principio, por simple que parezca, se ha hecho un lugar en muchos campos.

En términos sencillos, esta regla explica que el 20 % del esfuerzo destinado a una tarea genera un 80 % de los resultados.

Ejemplos:

  • Economía: el 80 % de la riqueza mundial está en manos de alrededor del 20 % de la población
  • Marketing y gestión empresarial: a menudo el 80 % de las ventas de una empresa las realiza el 20 % de sus clientes
  • Salud: el 20 % de las causas (como hábitos o comportamientos) pueden ser responsables del 80 % de los problemas de salud
  • Medio ambiente: el 20 % de las fuentes contaminantes pueden ser responsables del 80 % de la contaminación
  • Gestión del tiempo: si tienes 10 tareas en tu lista de cosas pendientes por hacer, hay 2 (el 20 %) que pueden producir el 80 % de los resultados.

Por supuesto, esto no siempre es 100 % exacto. Pero es bastante sorprendente ver cómo esta simple regla puede explicar tantos fenómenos en tantas áreas diferentes.

ley de Pareto aplicada a los idiomas: el vocabulario

Empecemos por un área en la que la regla de Pareto (o Ley de Pareto) cobra todo su sentido: el aprendizaje de las palabras de un idioma.

Aprender el vocabulario de un idioma puede parecer una tarea ingente, sobre todo al principio. Un estudiante puede pensar que tendrá que dominar decenas de miles de palabras antes de poder entender y hablar un idioma.

Afortunadamente, la ley de Pareto viene al rescate.

Aplicándola a los idiomas, podemos centrarnos en el 20 % de las palabras más utilizadas para poder entender el 80 % de las conversaciones cotidianas. Cuando aprendemos un idioma, no es necesario conocer todas las palabras, porque gran parte de nuestras conversaciones cotidianas se basan en un número relativamente pequeño de palabras y estructuras.

En este sentido, si conoces las 300-600 palabras y frases más utilizadas, podrás desenvolverte en un gran número de situaciones cuando viajes. Y si conoces activamente entre 1000 y 3000 palabras y frases bien elegidas, podrás desenvolverte en un gran número de situaciones.

la gramática

También podemos aplicar perfectamente la regla del 20/80 al aprendizaje de la gramática. Creo que los profesores de inglés deberían utilizar este principio para ayudar a sus alumnos a aprender la lengua de Shakespeare.

En mi caso, tuve que aprender todos los verbos irregulares y pasarme dos meses estudiando la diferencia entre el present perfectpresent perfect continuous y past simple. Solo para descubrir que los nativos americanos casi siempre utilizan el past simple.

Para aplicar la ley de Pareto a la gramática, hay que partir de la premisa de que utilizamos un conjunto limitado de estructuras gramaticales en nuestros intercambios orales cotidianos. Es cierto que algunos idiomas tienen decenas o incluso centenares de reglas gramaticales, pero resulta ineficaz intentar aprenderlas todas, sobre todo al principio.

Cuando se trata de aprender gramática, nuestro enfoque es muy pragmático, como puedes ver en este artículo: ¿Cuándo y cómo aprender gramática?

Algunos ejemplos aplicados al aprendizaje del inglés

Por lo tanto, debemos centrarnos en el pequeño porcentaje que se utiliza con más frecuencia para poder construir la mayoría de nuestras frases e interactuar con los demás.

Aquí tienes algunos ejemplos de cómo aplicar este principio al aprendizaje de la gramática de una lengua:

  • Centrarse en los tres tiempos verbales más utilizados: presente, pasado y futuro simple
  • Memorizar primero los verbos irregulares más utilizados y después los demás: en inglés, por ejemplo, la lista de verbos irregulares
  • Centrarse en las conjugaciones más utilizadas: en cuanto a los pronombres, basta con memorizar las formas para Yo, Tú y Vosotros.

Hay muchos ejemplos, pero la filosofía es la misma: no intentes aprenderlo todo al principio, sino solo el 20 % que te será útil en el 80 % de las situaciones.

organización y enfoque

La ley de Pareto puede ayudarnos a organizarnos y encontrar la mejor forma de estudiar.

En mi opinión, es una filosofía de aprendizaje muy útil de integrar porque nos empuja a evitar el perfeccionismo.

Si te centras en el 20 % más útil, adoptarás un enfoque más pragmático y eficaz. En lugar de querer estudiarlo todo y pretender dominar todos los aspectos del idioma, serás consciente de que tu tiempo es limitado y de que debes concentrar tus esfuerzos en la parte más útil y que te dará resultados más rápidamente.

Del mismo modo, si tienes 20 minutos al día para dedicar al aprendizaje de un idioma, los utilizarás para centrarte en los aspectos más importantes (por ejemplo, en aprender vocabulario en poco tiempo y mejorar la comprensión oral).

https://www.mosalingua.com/es/listas-de-palabras-mas-frecuentes-en-ingles/ 

https://www.mosalingua.com/es/palabras-de-uso-frecuente-en-frances/



martes, 19 de diciembre de 2023

Setenta años de bibliotecarios profesionales en Chile

 relato se enmarca en la realización del proyecto “Bibliotecarios y bibliotecarios en Chile: setenta años de los profesionales de la información en el país”, realizado con el financiamiento del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, Línea Investigación 2021, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

El objetivo general del proyecto fue realizar un relato histórico y testimonial de la profesión bibliotecaria en Chile. Sus objetivos específicos son: recopilar información, analizar los antecedentes y elaborar un sitio Web, que identifique los hechos, contextos, instituciones y personas características de las diferentes etapas del desarrollo de la disciplina bibliotecológica en el país.

Como marco referencial, se tiene por antecedente la escasa presencia de estudios que versen sobre la historia de las bibliotecarias y los bibliotecarios chilenos y que resalten sus aportes a la sociedad, a lo largo del tiempo.

La necesidad de realizar la presente investigación surgió a raíz de tres hitos significativos acontecidos el 2019 que invitaron a reflexionar sobre el pasado y el devenir bibliotecario nacional: (i) el setenta aniversario de la creación de la primera escuela de bibliotecarios profesionales en Chile; (ii) el cincuenta aniversario del Colegio de Bibliotecarios de Chile; y (iii) el paso administrativo de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM) desde el Ministerio de Educación al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.

A pesar de que, en Chile, el oficio de bibliotecario se desarrolló de manera pragmática desde la época colonial, la historia de las bibliotecarias y bibliotecarios profesionales del país se remonta al año 1949 cuando se creó la primera Escuela de Bibliotecología en la Universidad de Chile. Con setenta años de desarrollo profesional en el territorio nacional, se hacía necesario recopilar los antecedentes existentes para realizar un relato historiográfico que permita identificar los hechos, contextos, instituciones y personas protagonistas de las etapas del desarrollo de esta disciplina en el país.

Los antecedentes obtenidos en la investigación se reflejan en el siguiente texto, que contempla: aspectos de la formación de pregrado y postgrado en el área de la Bibliotecología en Chile; aspectos del mercado laboral para los bibliotecarios profesionales; y aspectos del desarrollo de asociaciones gremiales de la disciplina en el país.


  1. Antecedentes de la formación de bibliotecarios profesionales en Chile

Durante el rectorado de Juvenal Hernández Jaque, la Universidad de Chile experimentó un crecimiento en varios aspectos. Aumentó el número de facultades, institutos, carreras, bibliotecas, talleres y laboratorios, todo lo cual produjo que, en las diversas unidades educativas, se generará un flujo de documentos y libros.

El 13 de abril de 1938, el rector Hernández dictó el Decreto universitario N°159, que creó la Biblioteca Central, con el fin ordenar y coordinar los servicios bibliotecarios de las facultades e institutos de la Universidad de Chile, manteniendo un catálogo común, y atender a estudiantes y al público general. Su colección inicial estaba compuesta por los libros de la Exposición del Libro Americano y español, realizada en 1936, y los materiales de la biblioteca personal de Pedro Montt (Universidad de Chile, 1938). El primer director de esta Biblioteca Central fue el escritor Héctor Fuenzalida Villegas (Universidad de Chile, 1945, pp. 34-35).

En septiembre del mismo año, Héctor Fuenzalida fue becado por la Fundación Rockefeller para realizar cursos técnicos de catalogación y clasificación, y de bibliografía y referencias en la Universidad de Columbia, en donde permaneció hasta enero de 1939 (Freudenthal, 1972, p. 250). Durante su estancia en Estados Unidos, Fuenzalida visitó emblemáticas unidades de información, como la Library of Congress y la biblioteca de la University of California, Berkeley (Yeager, y Davis, 1994, pp. 131-133). Este hecho fue significativo para el desarrollo de la profesión en Chile ya que, al volver al país, aplicó los conocimientos adquiridos en la administración e implementación de servicios de la Biblioteca Central, y en la formación del personal de las bibliotecas de la Universidad de Chile.

Ese mismo año, también fue becada por la Fundación Rockefeller la profesora Marga Arce Fernández, para realizar estudios bibliotecarios: bibliografía, referencia, catalogación y clasificación, entre otros, en la Universidad de Columbia, en New York (Arce, 1990, p. 3).

En el marco de las Escuelas Internacionales de Temporada de la Universidad de Chile, dirigidas por Amanda Labarca (Arce, 1990, p. 1), durante 1940 y 1943, Héctor Fuenzalida organizó y dictó, junto a la profesora Magda Arce, diversos cursos de formación para bibliotecarios, relacionados con: catalogación, clasificación Dewey y administración de bibliotecas (Freudenthal, 1972, p. 250).

El florecimiento del interés por temas bibliotecológicos en el país permitió la realización del Primer Congreso Nacional de Bibliotecarios, durante el 6 y el 8 de noviembre de 1942, en Santiago de Chile, por iniciativa de la Unión de Empleados de la Biblioteca Nacional. Evento que fue presidido por la bibliotecaria Aída Carreño Correa, siendo su secretario el bibliotecario Augusto Eyquem Biaut. La inauguración fue llevada a cabo en el Salón de Honor de la Universidad de Chile y el acto de culminación se realizó en el salón de honor de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Reunió a cerca de doscientas personas, entre ellas, los graduados de los cursos bibliotecarios de las Escuelas de Temporada de la Universidad de Chile. Entre sus conclusiones se encuentra la necesidad de crear una instancia para formar a los bibliotecarios del país. 

En 1944, durante la visita de representantes de la American Library Association (ALA), el director de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, Héctor Fuenzalida, informó al secretario ejecutivo de dicha institución, Carl H. Milam, y a su director de relaciones internacionales, Harry Miller, sobre los cursos para bibliotecarios realizados en el marco de las Escuelas de Temporada de la Universidad de Chile (Freudenthal, 1972, p. 250). Estos expertos, sugirieron al rector Juvenal Hernández, establecer un programa educativo estructurado de Ciencias Bibliotecarias y contratar a un profesor para formar al personal, modernizar y reorganizar las bibliotecas de la Universidad de Chile (Freudenthal, 1972, p. 250).

El Consejo Universitario, aprobó la idea de realizar los cursos formales de Biblioteconomía gracias al compromiso de financiamiento de la Fundación Rockefeller, durante dos años, a partir de abril de 1946, generando, además, un trabajo en conjunto con las Escuelas de Temporada (Universidad de Chile, 1945). Inicialmente, sería el experto cubano, Jorge Aguayo, quien realizaría la formación, pero no fue posible su contratación por lo que, finalmente, se concretó la llegada del bibliotecario norteamericano Edward Martin Heiliger, en el marco de las Escuelas de Temporada de la Universidad de Chile, para impartir el primero, de los tres cursos para bibliotecarios que dictó en el país.

El programa de estudio de este curso comprendió cinco áreas:

1. Organización y administración de la biblioteca: circulación, préstamos, personal. Organización y funcionamiento.

2. Sistemas de clasificación, catalogación, fichado; entradas por materia y por autor.

3. Catalogación de periódicos y publicaciones en serie.

4. Obras de referencia: su manejo y su utilidad, de acuerdo con el trabajo interno de la Biblioteca.

5. Trabajos prácticos.

Así mismo, en 1946, la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, prosiguió con los cursos especializados para formar a funcionarios de sus bibliotecas en el área de la Biblioteconomía. Pero, en esta oportunidad, se dio un nuevo curso, cuyo programa de estudio comprendía cuatro áreas:

1. Administración y organización de bibliotecas, dictado por Edward Martin Heiliger.

2. Catalogación y clasificación, dictado por Edward Martin Heiliger.

3. Bibliografía descriptiva de Chile, dictado por el periodista, profesor, crítico literario y escritor chileno, Raúl Silva Castro.

4. Historia cultural de Chile, dictado por el escritor Julio Alemparte Robles.

Entre los dieciochos participantes de este curso, se conocen los nombres de: Luisa Arce Rovedy, María Eugenia Bustamante, Josefa Turina Turina, José Henríquez, Emilia Pincheira Oyarzún, Sergio Costagliola, Pedro Mandico, María Ema del Solar Feliú, Manuel de Ferarri Rojas.

En enero de 1947, Edward Martin Heiliger, impartió su tercer y último curso para bibliotecarios del país, en el marco de los Cursos de Temporada de la Universidad de Chile. La convocatoria, en esta oportunidad, se hizo pública a través de la prensa nacional (Las Últimas Noticias, 1946). Veinte alumnos participaron en estos cursos, entre ellos, las futuras y connotadas bibliotecarias chilenas María Teresa Sanz y Ana María Prat i Trabal.

Cabe destacar que el Rector Juvenal Hernández realizó actos de agradecimiento a Heiliger por sus aportes como profesor y como director consejero de la Corporación (Hernández, 1947, pp. 53-54).

En 1947, fueron becadas por la Fundación Rockefeller para realizar un Master of Arts en la Universidad de Denver, Estados Unidos, las profesoras y bibliotecarias de la Universidad de Chile, Luisa Arce Rovedy y María Eugenia Bustamante Sánchez, estudiantes destacadas de los cursos impartidos por Edward Heiliger (Freudenthal, 1972, p. 251). Ese mismo año, el director de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, Héctor Fuenzalida, fue comisionado por el Consejo Universitario de la Universidad de Chile para realizar estudios de Ciencias Bibliotecarias durante cuatro meses en la Biblioteca del Congreso de Washington (Universidad de Chile, 1947, p. 82). Durante su estadía en Estados Unidos, Fuenzalida, además, representó a las bibliotecas de la Universidad de Chile en la Asamblea de Bibliotecas de América realizada en  Washington (Memoria Bibliotecología, 2008). Y, también, el abogado Alberto Villalón Galdames fue becado por Estados Unidos para estudiar estudios de especialización en Bibliotecología, luego de desarrollar su tesis de grado donde propuso una clasificación del derecho chileno.

En 1948, Luisa Arce y María Eugenia Bustamante regresaron a Chile con el grado académico obtenido en Denver, para conformar el primer grupo de profesores de la Escuela de Bibliotecarios de la Universidad de Chile (Universidad de Chile, 1947, pp. 544-545). Ese mismo año, Alberto Villalón obtuvo el grado de Bachelor of Arts en Bibliotecología y, en 1949, obtuvo el grado de Master of Arts in Libraries Science en la Universidad de Michigan (Villalón y Pimstein, 1970; Freudenthal, 1972, p. 255). 

  1. Escuelas de Bibliotecología en Chile

2.1 Formación de Bibliotecarios profesionales en la Universidad de Chile

El 15 de abril de 1949 se inauguró la Escuela de Bibliotecarios de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, dependiente de la rectoría (Benzi, 1989, p.2). Su primer director fue Héctor Fuenzalida Villegas (Freudenthal, 1972, p. 251). Es con este hito que inició la historia de la educación profesional de bibliotecarios en Chile.

Para ingresar a esta Escuela de Bibliotecarios el requisito era contar con educación secundaria completa o estudios equivalentes (Freudenthal, 1972, p. 252), los estudios de Bachillerato no fueron exigidos hasta 1951 (Benzi, 1989, p. 2).

El plan de estudios fue diseñado por Luisa Arce Rovedy (Benzi, 1989, p. 2), y contemplaba un año de estudios, con énfasis en las siguientes asignaturas:

  1. Catalogación y clasificación.

  2. Referencia.

  3. Bibliografía general.

  4. Organización y administración de bibliotecas.

  5. Historia de libros y bibliotecas.

  6. Fuentes bibliográficas de literatura chilena e introducción a la Bibliotecología.

Además de un mes de práctica en alguna biblioteca asignada (Freudenthal, 1972, p. 252). 

Las materias fueron impartidas inicialmente por bibliotecarios-docentes: Héctor Fuenzalida, Luisa Arce, María Eugenia Bustamante y Guillermo Feliú Cruz (Freudenthal, 1985, pp. 114-115).

El 26 de julio de 1951, la Escuela de Bibliotecarios de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, pasó a depender del Departamento de Estudios Generales (Universidad de Chile, 1951; Benzi, 1989, p. 2).

En 1952, se incorporaron como nuevos docentes y ayudantes a la Escuela de Bibliotecarios:

  • Augusto Iglesias Mascegno, profesor de Historia y Geografía (Universidad de Chile, 1952a, p. 24)

  • María Isidora Amión Pepeyroulx, ayudante (Universidad de Chile, 1952b, p. 70)

  • Alberto Villalón Galdames, abogado y Máster en Bibliotecología (Universidad de Chile, 1952c, p. 279, y Universidad de Chile, 1952d, p. 72). En 1956, Villalón terminó sus estudios en la Universidad de Michigan y se convirtió en el primer doctor en Bibliotecología de Chile y América Latina (Villalón, 1998), con la tesis titulada: "Una introducción a la Bibliografía jurídica latino-americana" (Villalón, 1956).

A partir de 1957, nuevos ayudantes fueron contratados por la Escuela de Bibliotecarios:

  • Emilia Pincheira Oyarzún, bibliotecaria, profesora y escritora (Universidad de Chile, 1957, p. 4 y Universidad de Chile, 1960a)

  • René Moraga Neira, abogado y bibliotecario (Universidad de Chile, 1957, p. 4 y Universidad de Chile, 1960b)

A principios de 1958 se jubiló Héctor Fuenzalida Villegas, primer director de la Biblioteca Central y creador de la Escuela de Bibliotecarios de la Universidad de Chile. Y asumió ambos cargos el musicólogo y escritor español Vicente Salas Viú (1911-1967), quien dirigió la Biblioteca Central hasta 1961 y la Escuela de Bibliotecarios hasta 1959, periodo en el cual contribuyó a la reorganización, perfeccionamiento, ampliación los cursos, y obtención de los beneficios de la Comisión Central de Becas de la Universidad de Chile.

En 1959, el Doctor Alberto Villalón Galdames asumió la dirección de la Escuela de Bibliotecarios de la Universidad de Chile, después de diez años de funcionamiento, al separarse las tareas académicas y administrativas llevadas a cabo por la Biblioteca Central de la Universidad, desde su creación.

"Para nombrarme director primero había que crear oficialmente la Escuela. Entonces mandamos un oficio al Presidente de la República... me armé de mis mejores cualidades y le expliqué que esta Escuela estaba en funcionamiento, pero que se les había olvidado crearla oficialmente, entonces, el Presidente accedió y creamos la Escuela" (Alberto Villalón, en: Rojas y Fernández, 2015, p. 59)

La Escuela de Bibliotecarios quedó dependiendo temporalmente de Rectoría, mientras se concretó su adscripción oficial a la Facultad de Filosofía y Educación.

El 26 de agosto de 1959, Villalón presentó al Consejo Universitario el proyecto de creación formal de la Escuela de Ciencias Bibliotecarias en la Universidad de Chile (Universidad de Chile, 1959, p. 2).

El 19 de noviembre de 1959, mediante el Decreto 14.664 del Ministerio de Educación aprobó la creación oficial de la Escuela de Ciencias Bibliotecarias de la Universidad de Chile (Benzi, 1989, p.2; Villalón, 1998, p. 25).

En 5 de febrero de 1960, el Decreto 785 del Ministerio de Educación cambió el nombre de la "Escuela de Ciencias Bibliotecarias" de la Universidad de Chile, por el de "Escuela de Biblioteconomía", dependiente de la Facultad de Filosofía y Educación de dicha Universidad (Freudenthal, 1972, p. 253). Aplicando un plan de estudios de cinco semestres que estuvo en vigencia hasta 1962 (Benzi, 1989, pp. 3-4)

Una vez creada oficialmente la Escuela de Biblioteconomía en la orgánica de la Universidad de Chile, el Consejo Universitario la adscribió a la Facultad de Filosofía y Educación, y autorizó el reconocimiento universitario de los cursos ofrecidos por Edward Heiliger, durante los años 1946 y 1947, así como de los cursos impartidos en la Biblioteca Central, desde 1949 hasta 1958 (Universidad de Chile, 1960, art. 1 y 2), en total fueron más de 380 estudiantes (Villalón, 1998, p. 25). El Decreto de Rectoría 210, del 19 de enero de 1960, autorizó a la Escuela a entregar el título profesional de bibliotecario (Freudenthal, 1972, p. 253), pero, menos de un tercio de ellos convalidó su título universitario (Villalón, 1998, p. 25). 

La recién creada Escuela de Biblioteconomía de la Universidad de Chile, en agosto de 1960, organizó el "Seminario sobre Problemas Bibliotecarios", con el objetivo de tratar los problemas bibliotecarios, incluyendo la discusión sobre temas propios de la disciplina, como la documentación, los métodos de búsqueda, y la organización y administración de bibliotecas (Freudenthal, 1972, p. 253).

A partir de la regulación del funcionamiento de la Escuela de Biblioteconomía en la Universidad de Chile, a principios de la década de 1960 nuevos profesores y ayudantes fueron contratados como expertos para implementar asignaturas de los nuevos planes de estudio de la carrera:

  • Víctor Anzoátegui Sáenz, bibliotecario y traductor del Centro de Investigaciones de Historia de la Medicina de la Universidad de Chile, fue contratado para las asignaturas de lenguas clásicas y alemán (Universidad de Chile, 1959, y Universidad de Chile, 1960a)

  • Silvia Prieto Neira, bibliotecaria de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, fue contratada como ayudante de la profesora Luisa Arce en las asignaturas de Catalogación y Clasificación (Universidad de Chile, 1960b, y Universidad de Chile, 1961)

  • Ana María Prat i Trabal, para la cátedra de Introducción a la Bibliotecología (Universidad de Chile, 1962a).

  • María Loreto Gajardo Urzúa, como ayudante (Universidad de Chile, 1962b).

Entre 1960 y 1969, la Escuela de Biblioteconomía se dedicó a la formación continua de profesionales para lo cual realizó cursos para Graduados de la Universidad de Chile, invitando a expertos nacionales e internacionales, como Donald F. Ely, Reinhorld A. Schlueter, William V. Jackson y Edward Martin Heiliger (Freudenthal, 1972, pp. 258-259).