domingo, 2 de julio de 2023

Educación técnica en Chile

Durante el siglo XVIII, cuando por primera vez en Chile se crea un establecimiento educacional de naturaleza técnico profesional. Efectivamente, en diciembre del año 1795 la Junta del Consulado de Chile, crea la Real Academia de San Luis, lo que se realizó por sugerencia de Manuel de Salas (1754-1841), destacado educador y diputado de la Nación. La misión de esta institución escolar fue formar especialistas de nivel técnico en las áreas de geometría, aritmética y dibujo, con el fin de aportar recursos humanos que potenciaran el desarrollo de la agricultura, el comercio y la minería. Esta iniciativa fue aprobada por el entonces Gobernador de Chile, Marqués de Avilés el 6 de marzo de 1797 (CALISTO; CUADRA; CUEVAS, 2014)

Siendo asegurada la institucionalidad establecida por la Constitución de 1833, las autoridades gubernamentales se ocuparon de dar al país un sistema educacional acorde a las necesidades de la población. Así es como se propició la fundación de una cantidad relevante de establecimientos de educación primaria, y conjuntamente con ello, surgió la necesidad de impartir enseñanza técnica a un segmento socio económico de la población que residía en las urbes, especialmente en la capital del país, la ciudad de Santiago. En el año 1844 siendo Presidente Manuel Bulnes Prieto (período 1841-1851), el entonces Ministro de Justicia Culto e Instrucción Pública, Manuel Montt Torres (1809-1880), planteó la urgente necesidad de crear en la capital, Santiago, un establecimiento escolar que impartiera enseñanza sobre oficios industriales en las áreas de carpintería, herrería, fundición y mecánica. Para concretar este proyecto, y dada la carencia de maestros en Chile que tuviesen las competencias requeridas se contrataron profesores traídos desde Francia. De esta forma se fundó la Escuela de Artes y Oficios bajo la dirección del ciudadano francés Jules Jariez -ingeniero y pedagogo- el 8 de agosto de 1849 (BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE, 2016).

Los primeros estudiantes debían tener entre 15 y 18 años de edad, saber leer y escribir y conocer las operaciones aritméticas. Sin embargo, aparte de una intensa formación práctica en talleres, los jóvenes también estudiaban álgebra, geometría descriptiva, trigonometría, dibujo técnico, mecánica industrial, física y química, aparte de castellano, historia y geografía y otros cursos básicos. Esta formación, que originalmente duraba cuatro años, aumentó a cinco en 1858. Los egresados recibían la calificación de 'aprendiz' .

En el año 1886, como consecuencia tanto del prestigio adquirido, como del relevante aumento de su alumnado, se inició la construcción de un nuevo edificio el cual fue inaugurado en el año 1893.

a la época existían las Escuelas de Minas en las ciudades nortinas de Antofagasta, de Copiapó y de La Serena, y las Escuelas Industriales en ciudades del sur del país, Concepción, Temuco y Valdivia. Las especialidades de formación técnica a los alumnos correspondían a los particulares requerimientos de recursos humanos de nivel técnico de las regiones en que se encontraban, aportándose así desde el sistema escolar al desarrollo económico de las provincias en particular y del país en su conjunto

A partir del año 1912 la Escuela de Artes y Oficios formó profesionales titulados como sub ingenieros industriales, que luego fueron conocidos como técnicos. En esos tiempos la institución otorgaba dos niveles de formación: Uno, correspondiente a nivel secundario que otorgaba el Grado de Oficios y el otro nivel, de nivel terciario que otorgaba el Grado de Técnicos. Después de realizarse un cambio en los planes y programas de estudio, lo que sucedió en la década de 1960, los técnicos de esta escuela, que desde el año 1947 se había incorporado a la Universidad Técnica del Estado, pasaron a llamarse Ingenieros de Ejecución

de acuerdo a la época histórica, se transfiere parte del Reglamento para la Escuela de Artes y Oficios, dictado por el Supremo Gobierno, el 22 de Enero de 1864, el cual estaba integrado por 15 Títulos, y una gran cantidad de artículos en cada uno de ellos. El documento resulta interesante de revisar para situar y apreciar desde una mirada histórica, la naturaleza de la institución, sus características y procedimientos.

 Los títulos del Reglamento son los siguientes: Título I. Objeto y Personal de la Escuela; Título II. Empleados. Del Director; Título III. Del Inspector Jefe; Título IV. De los Inspectores; Título V. De los Profesores; Título VI. Consejo de Profesores; Título VII .Del Tesorero; Título VIII. Del Ingeniero de los Trabajos; Título IX. Del Guarda Almacenes; Título X. De los Maestros de Taller; Título XI. Del Maquinista; Título XII. Del Capellán; Título XIII. Del Médico; Título XIV. Del Mayordomo; Título XV. De los Alumnos; Titulo XVI. De la Distribución del Tiempo; Título XVII. De la Enseñanza; Título XVIII. De los Exámenes; Título XIX. De los Premios; Título XX. Delitos y Penas; Título XXI. Objetos que Fabrica la Escuela; Título XXII. Disposiciones Transitorias

en la segunda parte del siglo XIX, en el mes de Enero de 1887, durante el gobierno del Presidente Don Manuel Balmaceda, se crea la Escuela de Artes y Oficios para mujeres, impartiéndose contenidos en las siguientes áreas: comercial, moda, lencería y costura corriente, bordado, guantería, cartonaje y marroquinería, cocinería, lavado y planchado, y dibujo

ESCUELA DE ARTES I OFlClOS PARA MUJERES.

 El Supremo Gobierno sometió a un estudio del Consejo de Enseñanza Agrícola e Industrial el proyecto sobre creación de una escuela de artes i otra de oficios para mujeres, presentado por la Sociedad de Fomento Fabril en Agosto del año anterior. El Consejo de Enseñanza aceptó ese proyecto con el entusiasmo que naturalmente debía despertar una idea cuya realización prestará considerables beneficios a la mujer, que hasta ahora carecía de los medios necesarios para adquirir sin sacrificios conocimientos industriales que le permitieran asegurarse un trabajo remunerativo i propio de su naturaleza. Por otra parte, la industria perdía un poderoso elemento con Ia falta de aplicación de la mujer a ciertos trabajos que le son peculiares i en los que se perfecciona fácilmente. Esa misma falta de aplicación nos hace pagar hoy un subido tributo a la internación extranjera por artículos que representan un trabajo de mujer que puede i debe ser ejecutado en el país. Dada esta situación, el Consejo de Enseñanza no podía menos de prestar su apoyo al proyecto que se le consultaba. El deseo de la Sociedad era que se fundasen dos escuelas para mujeres: una industrial con once secciones, i otra de oficios con tres. El gasto anual que hubiera demandado ponerlo en práctica se calculaba en 34,400 pesos. Como no pudiere disponerse en el presupuesto de este año sino de 25,000 pesos hubo necesidad de suprimir aquellas secciones que se consideraron menos necesarias i de hacer una sola de las dos escuelas proyectadas. (SUPREMO GOBIERNO DE CHILE, 1888, p. 43)

a los inicios del siglo XX, cuando durante la Presidencia de Don Pedro Montt (período 1906-1910), en el año 1908, se realizó un ordenamiento de la enseñanza secundaria, estableciéndose dos niveles. Por una parte, las instituciones que impartían formación general y, por otra parte, aquellas que fueron concebidas como escuelas comerciales, técnicas o de oficio.

a partir de reformas que se fueron realizando en la educación formal, entre los años 1935 y 1950, y como una estrategia para impulsar la industrialización del país, desde el Estado se efectúan acciones tendientes a optimizar, tanto cuantitativa como cualitativamente la enseñanza técnica de nivel secundario, ello como respuesta a la creciente necesidad de industrialización de la sociedad chilena. Así es como, mediante estas reformas educacionales, se le dio un importante impulso a la enseñanza de carácter técnico

Durante la década del cuarenta los estudiantes de las escuelas técnicas agrupados en la Federación de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile, realizaron diversas actividades para transformar estos establecimientos de enseñanza secundaria en instituciones universitarias. Dichas aspiraciones se materializaron el 19 de Abril de 1947, durante el gobierno del Presidente Gabriel González Videla (período 1946-1952), quien fundó mediante el Decreto Nº 1831, la Universidad Técnica del Estado sobre la base de los centros enseñanza de la Escuela de Artes y Oficios, en Santiago y con sedes en regiones

  Una vez asegurado el orden y la institucionalidad establecida por la Constitución de 1833, las autoridades se preocuparon de dar al país un sistema educacional acorde a las necesidades de la naciente república. En este sentido, junto con la creación del Instituto Nacional, la Universidad de Chile y de una red de establecimientos de educación primaria, se comprendió la necesidad de impartir enseñanza técnica. En 1844, Manuel Montt, entonces Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública planteó la urgencia de crear en Santiago una escuela de oficios industriales que impartiera clases de carpintería, herrería, fundición y mecánica. Para concretar este proyecto se trajeron profesores de Francia y el 8 de agosto de 1849, el presidente Manuel Bulnes fundó oficialmente la Escuela de Artes y Oficios en el Barrio Yungay (en las actuales esquinas de las calles Catedral con Chacabuco) bajo la dirección del francés Jules Jariez.

 En 1886, debido al gran prestigio adquirido de la Escuela y al notable incremento de alumnos, se comenzó a construir un nuevo edificio ubicado en los terrenos del costado sur de la Quinta Normal de Agricultura, sobre la Avenida Chuchunco -actual Ecuador-, que fue inaugurado definitivamente en 1893. El proceso de expansión de la Escuela de Artes y Oficios de Santiago se vivió simultáneamente en regiones en donde, a través de las Escuelas de Minas de Copiapó, La Serena, Antofagasta y las Escuelas Industriales de Concepción, Temuco y Valdivia contribuían al desarrollo económico de las provincias.

Luego de la depresión económica de 1930, el Estado comenzó a intervenir directamente en el desarrollo de la industria nacional, lo que favoreció al mejoramiento de la institución.

 Durante la década del cuarenta los estudiantes de las escuelas técnicas, agrupados en la Federeción de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile, realizaron diversos movimientos para transformar sus instituciones en universidades. Sus aspiraciones se materializaron cuando, el 9 de abril de 1947, el presidente Gabriel González Videla fundó, a través del Decreto Nº 1831, la Universidad Técnica del Estado sobre la base de los centros de enseñanza de la Escuela de Artes y Oficios en Santiago y en regiones, sentando así las bases para un nuevo período de desarrollo. Entre 1952 y 1964 tanto los planes eléctricos, petroleros, siderúrgicos, azucareros, químicos y pesqueros, como la mayoría de los proyectos industriales llevados cabo por la CORFO, estuvieron sustentados en buena medida por el trabajo profesional de los ingenieros y técnicos egresados de la Universidad Técnica del Estado.

 Durante la década del sesenta, la Universidad Técnica participó activamente en el proceso de reforma universitaria. Sus demandas se centraban en lograr la participación de los estudiantes en las estructuras universitarias y en ampliar la función docente hacia la investigación de las ciencias, las tecnologías y las humanidades.

 Luego del golpe militar y sin consultar a la comunidad universitaria, el Gobierno de Augusto Pinochet separó en 1981, las ochos sedes provinciales de la Universidad Técnica del Estado, la que pasó a denominarse Universidad de Santiago. La institución dejaba así de tener un carácter nacional sufriendo, más que otras, los duros embates del proceso histórico chileno de aquellos años. No obstante, con el retorno a la democracia, la Universidad de Santiago ha logrado articular nuevamente la convivencia universitaria y mejorar su presencia en el país y entre el estudiantado.

 Cronología

 1849    El presidente Manuel Bulnes funda oficialmente la Escuela de Artes y Oficios

1893    La Escuela de Artes y Oficios se traslada a un terreno al costado de la Quinta Normal

1940    Pedro Aguirre Cerda establece en Santiago la Escuela de Ingenieros Industriales

1944    Juan Antonio Ríos funda el Instituto Pedagógico Técnico de la Escuela de Artes y Oficios

1947    Gabriel González Videla funda la Universidad Técnica del Estado

1961    El presidente Jorge Alessandri Rodríguez inaugura el nuevo campus Quinta Normal a la sede Santiago de la Universidad Técnica

1967    El movimiento estudiantil logra que el gobierno de Eduardo Frei Montalva conforme la Comisión de Reforma de la Universidad Técnica del Estado

1968    Se realiza la primera elección de rector en Claustro Pleno de la que resulta elegido Enrique Kirberg Baltianski, candidato propuesto por el movimiento estudiantil

1981    La Universidad Técnica del Estado cambia su nombre a Universidad de Santiago y sus sedes se transforman en nuevas universidades e institutos profesionales a través del Decreto Ley Nº 3.541 de 1980. Se crean así la Universidad de Atacama; la Universidad de Antofagasta; la Universidad de La Serena; el Instituto Profesional de Talca, transformado posteriormente en la Universidad de Talca, la Universidad de la Frontera; Instituto Profesional de Valdivia, integrado en 1988, a la ya existente Universidad Austral de Chile; y el Instituto Profesional de Magallanes, el que se transformará posteriormente en la Universidad de Magallanes

2000    La Universidad de Santiago se incorpora al grupo de Montevideo

Fuentes: 

  SUPREMO GOBIERNO DE CHILE, 1864

MUÑOZ, 1987

(SUPREMO GOBIERNO DE CHILE, 1888).

(LÓPEZ, sin fecha citado en Calisto et al., 2014LÓPEZ, E. Sin fecha, citado en Calisto et al. Concepción, 2014.).

BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE, 2016

https://www.scielo.br/j/heduc/a/pcBv9zdxhcrsPhFsQB6D5YD/?lang=es#

https://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/MC0075740.pdf


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